Debo tener alguna idea que no acaba de nacer del todo, seguro que está ahí rondando desde hace unos meses ( o más ), madurando y sin acabar de formularse hasta estar pulida, clara y rotunda.
A veces me pasa, muy pocas veces- es verdad- y suele ser asunto importante, importante.
Lo noto después, pues ante una certeza tal sobre el asunto que se trate, yo misma me asombro de tener tan clara mi opinión o la decisión tan tomada sin reflexión alguna. Cosas de las ideas...ahí dentro.
Y es que al cerebro no se le escapa nada, nada de lo importante... retiene incluso lo que parece que ni llegamos a percibir, lo agita, remueve, hace hilaturas invisibles, llama a unas cuantas puertas, hace amistades con otros conceptos y de repente "¡¡ Tachaaaán!!" ahí tienes la idea, sentimiento, solución ... como de repente, cocinadito todo y sin que hayas batido huevos conscientemente.
Y me he dado cuenta por unas fotos.
Esta tarde me he puesto a vaciar la tarjeta de la cámara digital que llevo casi siempre en el bolso, y he vuelto a vivir esta serie, que no son sino mis pasos.
El árbol de la serie de fotos hizo lo mismo, fue percibiendo el cambio de clima y obedeciendo su reloj vegetal, mandó a sus hojas desprenderse, pero ¡Oh, pequeña rebelión arbórea! se ha quedado hilvanado de forma invisible a una hojita, tanto, tanto.... que no le permitió alejarse, y como pudo, la dejó apresada a su vera. Atravesada quedó en una de los tallos jóvenes que crecen junto al tronco antiguo.
Aquel día fui percibiendo algo sin saber qué, y seguí mirando y mirando, me pareció algo tan imposible físicamente que tomé las fotografías, ¿ cómo en su caída suave la hojita va a resultar taladrada? Si parece la hoja de pedidos que los camareros mandan a cocina, ahí clavada en el taco...
Hoy me doy cuenta de que mi tronco aún tiene una hoja- idea madurando y no le permite salir en palabras, ideas, formas,colores o sonidos de forma contundente, aunque me va dando señales.
Y todo esto lo sé , porque generalmente siempre que ponemos la atención en algo, existe un motivo.
Ahora me queda la duda ¿ qué será?
*Cita que añado al poquito de publicar, sorry:
Que la vida nos traspasa tan sencillamente, que solo somos conscientes en el cambio de estación.
ResponderEliminar(Y esto tiene doble lectura)
Pues será, si tú lo dices, pero no me he enterado de la otra lectura jajaja
EliminarBesos.Lenteja
El destino de esa hojita no era salir volando alegremente con sus compañeras, era quedarse junto a su querido árbol, aunque taladrada.
ResponderEliminarA veces nos pasa que hay algo que nos bulle dentro pero no acabamos de entenderlo porque suele ser una mezcla de pensamientos y sentimientos, hasta que de repente por cualquier detalle nos damos cuenta de que es lo que estábamos madurando.
Pues hala, que siga el cocimiento...a ver qué guiso sale.
EliminarBesos.Lenteja
Bueno, algo muy espeso me ha salido, así que mejor lo dejo y me dedico al momento sin bullir nada más por ahora ;-)
EliminarEse proceso que describes es lo que yo llamo marinar algo...dejarlo allí en su jugo con el añadido que le pongas...y al cabo de un tiempo indeterminado el resultado es algo que siempre te sorprende.
ResponderEliminar:-)
No, no es exactamente eso, lo que tú dices es dejar en reposo un tema, decisión... de forma consciente y premeditada. Yo me refiero a algo que no estás reflexionando de forma racional.
EliminarDe todas formas me encanta que utilices términos gastronómicos, tú tan cocinera.. ;P
Besos.Lenteja
Nuestra vida es una eterna duda, se equivoca aquel que cree saber todo.
ResponderEliminarSaludos
No es que se equivoque, Emilio Manuel, es que es un tarado directamente. Aunque reconozco que necesitamos pequeñas certezas...
EliminarBesos.Lenteja
Mil gracias por recordar algo que la vida no entiende de rigideces. Besos.
ResponderEliminarOh, sí, lo flexible, curvo y adaptable...
EliminarPero a veces es tan cautivador lo recto,puro y simple...
Besos.Lenteja