martes, 8 de octubre de 2013

Dilys Laing, poeta estadounidense de la primera mitad del siglo XX, tiene un  poema que evoca la  indolencia trascendente de los felinos domésticos: 
I put down my book, The Meaning of Zen, and see the cat smiling into her fur as she delicately combs it with her rough pink tongue.
Cat, I would lend you this book to study but it appears you have already read it.
She looks up and gives me her full gaze.
Don’t be ridiculous, she purrs, I wrote it.

Bajo mi libro, El Significado del Zen, y veo a mi gata sonriendo hacia su pelaje mientras lo peina delicadamente con su rugosa lengua rosada
“Gata, te prestaría este libro para que lo estudies, pero creo que ya lo leíste.”
Ella alza la vista y me dedica esa mirada suya de arriba abajo.
“No seas ridícula”, ronronea, “Yo lo escribí”.



* Ya estaba traducido, yo sólo recorto y copio ( que mi inglés es nivel Anabotellacupofcoffee )


                                               

11 comentarios:

  1. Seguro que al Señor Naranja le ha gustado :-))

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    1. Me ha mirado con displicencia... vamos, como siempre...
      Besos.Lenteja

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  2. independientes, solitarios, misteriosos, indolentes impasibles... hermosos animales estos..
    un beso

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    1. Este que vive conmigo además de todo eso es pegajoso, insistente, recurrente, mimoso, temperamental..asustadizo...
      Besos.Lenteja

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  3. ¡¡ Lind@s gatit@s!!
    Cara y cruz de la misma moneda. jajajaja. Son fantástic@s.
    Besos, desde la balconada.

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    1. Si que lo son, sí... además no hay que sacarles varias veces al día ...si eso ya se van ell@s solit@s... y vuelven si les place...
      Besos.Lenteja

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  4. pero felino y doméstico es un poco antagónico, no? aunque las mías están hechas unos peluchitos ultimamente....

    :-)

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