Me gusta la gente dormida.
Me gusta observarles con impunidad de arriba abajo, con indiscreción y sin disimulo. Con tiempo. A veces siento que protejo su sueño, siento el impulso de taparles con la chaqueta que se escurre, o recoger un libro o la bufanda que cae lentamente del asiento. Pero no lo hago, quizá despertaran y podrían asustarse.
Invento sus vidas, de dónde vienen, a dónde van, cómo eran o en qué se convertirán, si tienen hijos, cómo pelan una naranja y si les gusta el flan, de qué trabajan o si saben coser...
Según las horas son diferentes y su sueño también. A primera hora de la mañana cabecean despiertos, con escozor de ojos, colonia y seriedad , el cuello erguido; a media tarde el cansancio y el hambre desmadeja el cuerpo y las cabezas se bambolean y se descuelgan en gestos de afirmación suicidas para las cervicales.
Hay quien suda y se le perla la frente, hay quien ronca, hay quien parece que se va a caer al suelo en una de las inclinaciones del eje corporal cuando de repente se endereza en el último instante cual acróbata del sueño.
Observo sus ropas e imagino qué han hecho unas horas antes y cuál será su vida , su oficio; seguramente no acierto- o quizá sí-. Gotas de pintura en la punta de los zapatos,en cabellosy uñas , callos, afeitado , ropa pobre pero limpia.... o manos rojas y ásperas a la vista que revelan muchas horas de fregar, uñas cortas y cuadradas, raíces canas en tintes desmañados,o ropas sin plancha y cansacio acumulado, muchos llevan pequeñas bolsas en las que se observan pequeñas cajitas de plástico con comida , una manzana y una botella de agua o un refresco. Y carpetas de apuntes escritos a mano, o fotocopias ante las que se frotan los ojos , los cierran y reposan , les deseo buena fortuna aunque no lo sepan.
A veces se trasluce años de alcohol en el sueño , en esos casos da igual la hora, siempre es constante las venillas rojas en partes de la cara y el color cetrino en el resto, que acompaña un olor ácido, imagino su familia y me apeno.
Algunos sueños se preparan, entonces la persona aferra sus enseres y cruza los brazos, calcula con aprovechamiento su tiempo y cierra con fuerza los ojos.
Foto EnekoMenica en Flickr |
Hay caras que envejecen en el sueño, las arrugas son heridas e incluso mantienen el rictus de enfado, de estupefacción, nunca de sonrisa.
Algunos parecen cadáveres.
Pero otros, mis preferidos, vuelven a la infancia que les invento, están en un sueño de disfrute, relajados y les intuyo la piel caliente, la boca apenas semiabierta, con un mechón de pelo que les cae. Entonces sonrío y me invade la ternura. Da igual la edad, el sexo , raza o condición, siempre me invade el mismo sentir.
Los fines de semana ,de madrugada, las ropas son diferentes, los zapatos de tacón imposible ( que llevan en la mano o en un bolso), los maquillajes corridos y el olor de fuertes perfumes se mezcla con aromas de alcohol, frío en las piernas apenas tapadas por minifaldas también imposibles y ojos rojos como geranios. A veces los sueños van en grupos y se vigilan unos a otros avisándose en qué parada han de despertarse y arrastrar los cuerpos que les contienen.
Otras veces mis ojos se abren y veo delante de mí otros ojos que inventan también mi vida, y me dan ganas de preguntarles qué ven,qué imaginan... y decirles que me gusta el flan, que puedo pelar una naranja sin romper la cáscara y que sólo sé pegar botones y coger bajos.... normalmente nos sonreímos con complicidad sin más. Muchas veces, como éstas, no hablo, sólo miro. Y sonrío.
Foto extraída de aquí. Merece una visita, pinchad.
Hay bondad y belleza en este post. Gracias.
ResponderEliminarAuskalo
Gracias Auskalo, eres muy amable, hay gran generosidad en tu apreciación.
EliminarBesos.Lenteja
He sido ridículamente solemne?? Vaya, lo siento. Trataba de agradecer lo que había recibido en el post: una muestra de la bondad y compasión con que, al parecer, miras el mundo; y una muestra de la belleza con que traduces esa mirada a palabras. Pero ya me callo... Gracias otra vez.
EliminarAuskalo
Es algo inevitable que cuando se realizan viajes largos tratemos de quedarnos ensimismados analizados a las personas, sobre todo si tienen un puntito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Je, sí, especialmente cuando no te has quedado dormida tú misma...jejeje
Eliminarbesos.Lenteja
Supongo que las horas en transporte público dan para mucho y es que hasta las personas más fuertes dormidas se ven frágiles!!!!
ResponderEliminarEn el enlace hay unas fotos preciosas de auroras polares :-))
Un petonet Lenteja,
http://elfotografoviajero.com/passengers-la-fotografia-con-un-iphone-hecha-libro/
Eliminar¿auroras polares?
Me ha encantado hacer este viaje en metro o bus contigo. Yo soy de las tuyas, de las que inventa una historia para cada rostro que me cruzo cuando viajo en transporte público.
ResponderEliminarBesitos
Etcétera
Y además es gratis.... ;)
EliminarBesos.Lenteja
Qué forma más dulce, más tierna, más... de describir los sueñecillos que echamos los que viajamos en transporte público. Casi he podido ver y oler a esas personas. Ufff.... me ha encantao'.
ResponderEliminarUn beso.
Pues qué bien que te encante Paloma...porque es la vida misma, mismamente...hay que disfrutar lo que tenemos ;)
Eliminarbesos.Lenteja
Hace tiempo que te leo, pero nunca había comentado (soy más lectora ;).
ResponderEliminarPero este post me ha recordado mis muchos viajes en autobús y esperas en estaciones durante muchos años y como, al igual que tú, me entretenía inventándome la vida de la gente, jejeje.
Gracias por recordarmelo!!....me gusta como escribes.
Bienvenida Karol y gracias a ti, por recordar... y por leer(me)
Eliminarbesos.Lenteja
joooo, lentejilla...
ResponderEliminarJoooo...¿por quéeeeeee? ;)
EliminarBesos.Lenteja
preciosa entrada, me encanta :-)
ResponderEliminarQué bien, arponauta... a mí también ( que te encante,digo)
EliminarBesos.Lenteja
La próxima vez que me cruce con alguien que al despertar de su sueño descubre mi indiscreción y sonrie, le diré que estaba soñando su vida, y le preguntaré si le gusta el flan...
ResponderEliminar¡¡¡Eres una crack, Lenteja!!! Has conseguido que sea durmiente y observadora indiscreta en este trayecto tan sensorial y emotivo. Gracias por el viaje.
Besos, desde la balconada.
Pues como hagas eso...y le preguntes lo del flan...jajaja tú misma, hazlo y luego nos lo cuentas jajajaja
Eliminargracias, eres muy amable ;)
besos.Lenteja
;o)
ResponderEliminar;OP
EliminarGracias
besos.Lenteja
... una mirada cómplice o una sonrisa al abrir los ojos mientras me recompongo con apuro antes de, muy dignamente, abandonar el autobus. Una muestra de empatía que hace que la vida me resulte menos dura. El sentimiento de afecto en el detalle más nímio, en apariencia, puede hacer que el resto del día, para mi, esté cargado de sentido. Gracias por compartir.
ResponderEliminarPiedra.
Sí Piedra, esa es la idea, hacerse la vida menos dura...(Y lo sabrás seguramente tú, con ese nombre ) Gracias a ti por leer
EliminarBesos.Lenteja
Eres una soñadora... Y una romántica... Viajera accidental en la ciudad del tiempo...
ResponderEliminar